Baja reserva ovárica: ¿es posible un embarazo natural después de los 40?

Aunque no está exclusivamente ligado a la edad, un diagnóstico de baja reserva ovárica es un mazazo para muchas mujeres que ansían quedar embarazadas, y más si ya han pasado de los 40. ¿Es realmente imposible lograr un embarazo?

En NaturISTHAR estamos convencidos de que no es imposible, todo lo contrario. Nuestra experiencia nos lleva a afirmar que sí es posible ese ansiado embarazo e, incluso, en muchas ocasiones, a lograrlo de forma natural, sin tener que recurrir adicionalmente a la reproducción asistida, a la fecundación o fertilización in vitro (FIV).

Pero no todos los casos son iguales, así que vamos a repasar algunos factores que marcan la diferencia, en función del pronóstico y la edad de la mujer.

Cuando el pronóstico de una baja reserva ovárica es leve, indudablemente, es mucho más optimista y contamos en nuestro historial con muchos casos de mujeres que consiguen una gestación, incluso espontánea, después de que ya habían sido derivadas a ovodonación.

En los casos más graves de baja reserva ovárica el pronóstico es menos favorable, porque generalmente se trata de la suma de dos aspectos conjugados:

• La edad de la mujer suele estar ya por encima de 40 años
• El recuento de los niveles hormonales y de folículos es bajo: la hormona antimulleriana (AMH por sus siglas en inglés) se presenta por debajo de 0,10 ng/mL y la reserva folicular ovárica por debajo de 3 folículos antrales

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Fertilidad en función de la edad

El simple hecho de tener más de 40 años, pese a que el recuento hormonal y folicular sea bueno, ya incluye a la mujer en el grupo de “baja reserva ovárica”. La razón es muy simple: a mayor edad, la calidad de los óvulos decrece porque aumentan las anomalías cromosómicas debido al envejecimiento. A más edad, peor pronóstico.

En estos casos, la derivación hacia una ovodonación es la recomendación más lógica. La mayoría de las mujeres se vuelven incapaces de lograr un embarazo con sus propios óvulos alrededor de los 45 años, y la edad fértil de la mujer termina alrededor de los 47 años. A ello hay que sumar que la edad promedio de la menopausia es a los 51 años.

Ciertamente hay un goteo de casos excepcionales y maravillosos que se salen de estas estadísticas, incluso mujeres de 51 años, ya en la menopausia, de pronto quedan embarazadas. O casos como el de Dawn Brooke, inglesa que tuvo una maternidad espontánea a los 59 años. Pero, para ser realistas, debemos considerarlos casos aislados.

Para las mujeres de entre 40 y 47 años que todavía quieren explorar la posibilidad, por muy pequeña que parezca, de fomentar su fertilidad para el uso de sus propios óvulos, en NaturISTHAR estamos convencidos de que nuestra ayuda incrementa sustancialmente estas posibilidades.

Siempre animamos a las mujeres a explorar esta posibilidad por tres razones fundamentales:

• Siempre supone invertir en salud
• Realmente existe la esperanza de que aún haya tiempo de lograr el objetivo, por muy negativo que sea el panorama
• Si no se consigue respuesta ovárica, el cuerpo de la mujer queda mejor preparado para afrontar con mucha más fuerza una ovodonación, para la cual aún estará a tiempo

Evidentemente, cada caso es diferente, requiere de un estudio personalizado y el pronóstico en algunos casos con ciertas patologías puede ser otro. Pero, a priori, nuestra recomendación es que abras esta ventana a la esperanza.

¿Cuáles son los porcentajes reales de que una mujer se quede embarazada?

Cuando decimos que abras la ventana a la esperanza, te preguntarás: ¿de qué incremento realmente hablamos? Para responder adecuadamente, fíjate en estos datos, porque la fertilidad humana no es la más explosiva del reino animal.

• A los 20 años, en la cúspide de la fertilidad, las posibilidades de tener un embarazo son del 25% por ciclo, no un 100% como muchos creerían
• A los 40 años es del 5% por ciclo
• A los 45 años del 1% por ciclo

O sea, si tenemos a 100 mujeres de entre 40 y 45 años que busquen una gestación, solo lo conseguirán entre 1 a 5 de ellas por cada ciclo. Estos porcentajes son válidos tanto para la concepción espontánea como para la concepción por medio de un tratamiento de fertilidad, incluida la fertilización in vitro (FIV).

Del grupo de las que se quedarán embarazadas, algunas acabarán en un aborto y, finalmente, la mayor parte nunca logrará ese embarazo. Salvando las distancias, según como se mire, estos porcentajes no están tan mal, al fin y al cabo, la gente juega a la lotería y la posibilidad de que toque el gordo es de 0,00001% o 1 entre 100.000.

Si estudiamos las características de las mujeres que consiguen tener un hijo, con mucha seguridad se darán en ellas algunos rasgos comunes:

• Gozan de muy buena salud
• Tienen antecedentes familiares y genéticos de fertilidad a edades avanzadas
• Su hormona antimulleriana (AMH) posiblemente estará en valores por encima de 1ng/mL
• Su recuento de folículos antrales estará por encima de 8 folículos

Por lo tanto, nuestro objetivo es conseguir que aquellas mujeres que, por su condición, ya no son candidatas a tener un hijo con sus óvulos, puedan entrar dentro de la estadística del pequeño grupo de las afortunadas que sí lo consiguen.

Entonces, ¿cuál es la clave absoluta que marcará la diferencia? ¡¡¡La vitalidad!!! El cansancio crónico, las enfermedades tanto ginecológicas como las de otros sistemas orgánicos, son un profundo obstáculo de la fertilidad.

Por lo tanto, nuestro trabajo se orienta hacia el fortalecimiento y recuperación de las funciones de todas las células, tejidos y órganos, ya que para dar vida es necesario disponer de vida en plenitud.

Tres ejemplos de embarazo con baja reserva ovárica que abren la puerta a la esperanza

En NaturISTHAR sumamos más de 10 de experiencia trabajando en fertilidad natural y hemos sido partícipes de muchos casos que avalan lo que acabamos de exponerte, que hay esperanzas, que todavía es posible lograr un embarazo aunque tu diagnóstico sea de baja reserva ovárica. Aquí te compartimos tres ilustrativos ejemplos.

• Nuestro caso más longevo con éxito es el de una mujer que con 44 años acudió a nuestro centro después de 5 abortos. Su vitalidad estaba por los suelos. Para mayor escarnio, paradójicamente, padecía de una persistente hinchazón que la hacía parecer constantemente embarazada.Con nuestro apoyo su vitalidad se recuperó tanto que la hinchazón pronto desapareció y, pocos meses después, con 45 años, consiguió una nueva gestación espontánea y un bebé sano.

  

  Mediante el cambio en la vitalidad se consigue que la función ovárica y el equilibrio hormonal mejoren notablemente. En muchos casos, mujeres que tenían una función ovárica muy deficiente vuelvan a funcionar e, incluso, aunque el recuento de folículos no cambie sustancialmente, sí lo hace la calidad de los ovocitos, que pueden ser fecundados y evolucionar hasta embriones de calidad, que implantan y se desarrollan hasta convertirse en un bebé sano. 

• Un caso de incremento de vitalidad sorprendente que hemos registrado es de una mujer de 43 años, con una hormona foliculoestimulante (FSH, por sus siglas en inglés) de más de 50 mUI/ml, cuya función ovárica era inexistente, su ecografía mostraba nulo recuento folicular, es decir, cero óvulos y, por lo tanto, imposibilidad absoluta de gestación con sus propios óvulos.Adicionalmente tenía el diagnóstico médico de enfermedad, con un intenso desequilibrio endocrino, migrañas intensas y xantelasma grave. Llevaba más de un año acudiendo a terapias naturales sin mejora.

  Con nuestro apoyo el desequilibrio de su salud se corrigió por completo. Además, sus ovarios produjeron dos folículos de los cuales se obtuvo, mediante punción, un ovocito maduro que pudo ser fecundado, y aunque no llegó a desarrollarse hasta la fase de embrión transferible, el logro fue del todo extraordinario.

  Debemos remarcar y subrayar aquí en trazo fuerte que este cambio desde la medicina convencional se considera imposible; sin embargo, los informes y analíticas están ahí para demostrarlo. La recuperación de su vitalidad contribuyó como factor de crucial relevancia cuando, a continuación, decidió recurrir a la ovodonación, ya que quedó embarazada al primer intento y su gestación prosperó sin incidencias.

• Un ejemplo de un caso intermedio de entre nuestras pacientes sería este. Con 36 años, aunque no está en el grupo por encima de 40 años, con una hormona antimulleriana (AMH) bajísima, de tan solo 0,08 ng/mL, y tras dos abortos recientes en las 7ª y 8ª semana, lógicamente ya la habían derivado a ovodonación.Tras seguir nuestro apoyo, midieron de nuevo su hormona antimulleriana (AMH) y, sorprendentemente, había pasado a dar un valor de 1,01 ng/mL. Hay que tener en cuenta que se considera normal entre 1,5 y 3 ng/mL.

  De nuevo, debemos remarcar y subrayar que este cambio desde la medicina convencional se considera imposible y, una vez más, las analíticas están ahí para demostrarlo. Quedó nuevamente embarazada de forma espontánea. Esta vez desde el principio notó que todo su organismo reaccionaba de forma diferente y que, ya en los mismos inicios, se encontraba en perfecto estado. Su hija es el mejor testimonio de este resultado.